Resumen:v Parte I :Un hidalgo llamado Alonso de Quijano, próximo ya a los 50 años, de tanto leer libros y romances de caballería, pierde la razón y se decide ser el también una caballero andante. Extrae y limpia la enmohecida armadura de sus bisabuelos, monta un flaco rocín al que denomina Rocinante, cambia su apellido por Don Quijote, eleva a la categoría de dama a una rustica campesina llamándola Dulcinea del Toboso y, sediento de aventuras, una mañana de Julio, sin que nadie se entere en la casa, sale y comienza a vagar en busca de lances. Al anochecer llega a una posada, a la que supone ser un castillo, y allí en posadero, quien ya ha adivinado la falta de sesos del pobre anciano, lo arma caballero. Parte de nuevo en busca de aventuras. Molido a palos por un arriero de mulas, es devuelto a la casa sobre el jumento de un campesino. En tanto que el ama y la sobrina lo acuestan en su lecho, el cura y el barbero hacen un auto de fe, echándolos al fuego, con los libros que han desviado la razón del flaco caballero.
Bueno ya reclama sus libros y la sobrina le hace creer que han sido arrebatados por un mago. Persistiendo en sus afanes caballerescos, prepara una segunda salida y convence a un vecino suyo, Sancho Panza, para que lo acompañe en calidad de escudero. Sucediendo aventuras unas tras de otras: La de los molinos a los cree ser unos gigantes, la del gallardo vizcaíno que escolta a unas damas, la de la pelea de unos desalmados yangüeses, la de la venta que Don Quijote cree un castillo, la del supuesto yelmo de Mambrino. Arriba, por fin, a la usanza de los antiguos caballeros, a las soledades de Sierra Morena para entregarse plenamente a sus meditaciones amorosas. Envía a Sancho Panza con una carta para Dulcinea y una cedula de pago para que le sean entregados tres borricos. Conocedores el cura y el barbero de la extraña situación de Don Quijote, acuden para salvarlo, disfrazados uno de dama y otro de escudero, y se ven envueltos en aventuras despampanantes. Gracia a la intersección de Dorotea, que aparece como la princesa Nicomicona, lograse sacar a Don Quijote de su voluntario aislamiento. Sancho recupera su rucio y ambos, caballero y escudero llegan a una posada, donde, alucinado otra vez el anciano hidalgo, despanzurra unos odres de vino a los que confunde con unos gigantes. Prosigue las aventuras y, en una de estas, un campesino derriba de un soberbio palazo al buen Don Alonso, a quien se le cree muerto. Vuelto en si, se percata de que tiene el hombre roto, razón por el cual debe de retornar a casa. Viaja en un carro de heno y es aquí donde se termina la primera parte.
v Parte II :
Esta parte cuenta con 74 capítulos, este libro apareció después de diez años de publicado el primero, aquí se retoma el argumento del primero, en el punto en el que Don Quijote sana de la grave herida que le infirieron en el hombro. Sin que cura ni barbero pongan mayor resistencia, sale delirando por el amor de Dulcinea, acompañado por su fiel escudero. Sus amigos (el cura y el barbero), tratando de neutralizarlo en sus absurdas correrías, disfrazan a un estudiante de caballero,”del Bosque” o “de los Espejos”, quien , de logar vencerlo, le impondrán retirarse a su casa por dos años, pero, el falso caballero es vencido por Don Quijote y este, mas ufano aun, se lanza por el camino de las aventuras, entre las que sobresale el ingreso a la cueva de Montesinos, la destrucción del retablo del titiritero, el ilusorio vuelo de dos amigos sobre un caballo al que suponen encantado, el gobierno de Sancho Panza en una de las posesiones de un Duque a la que se le da el nombre de Ínsula de Barataria, la paliza que sufre este de parte de fingidos enemigos, la derrota de Don Quijote por el caballero de Blanca Luna (que no es sino el bachiller que anteriormente se disfrazara de caballero de los espejos) y por fin el retorno a la casa, en la que, quebrantado por fiebres tísicas, recobra la razón entre la alegría de los unos y la risueña condolencia de su amigo Sancho.
Apreciación Crítica:
El Quijote nombre con el que universalmente se le conoce, es una de las obras maestras del genero narrativo. Es una obra oceánica por su vastedad y contenido, en cuyas honduras late, fresca y eterna, la filosofía del medioevo y del renacimiento. Su densidad de conocimientos entusiasma y arrebata. Su cromática riqueza de aventuras cautiva el interés del lector. Un aliento épico, semejante a centelleos homéricos, atraviesa toda la urdimbre de sus episodios. Una innegable frescura lírica se cierne a través de sus vigorosas descripciones. Nada se tiene que envidiar a homero en los parlamentos y disquisiciones que sostienen su personaje protagónico. Un humorismo fino, como lluvia de sal, empapa el extenso follaje de sus capítulos. Sus personajes se apoderan de nosotros y nos arrastran. Admiramos la indesmavable retórica del bueno de Don Quijote y resaltamos la gran cantidad de saberes que destila del alma de Sancho. Es, en suma, la novela de todos los tiempos, de todos los gustos y del público en general. Byron, hablando de ella, decía que era el libro que mas lagrimas había arrancado de la humanidad.
Cervantes, al escribir esta novela, se propuso ridiculizar las obras de caballería que había infectado la literatura de entonces. En consecuencia, es la última novela de este género en la ruma constituida por el “Caballero Cifar”, “Amadis de Gaula”, “Tirante el Blanco” y “Palmerin de Oliva”. El ataque de Cervantes fue certero y profundo. Asiendo que el Quijote emprendiese aventuras descabelladas, liquido a los héroes de caballería que habían reblandecido la mentalidad de los hombres de aquella época. Y, desde la aparición del Caballero de las Tristes Figuras, no se volvió a escribir jamás novelas de tal índole.